ITALIA

 ELECCIONES REGIONALES: CRECE LA DESCONFIANZA

HACIA LA POLÍTICA BURGUESA

 

El dato más llamativo de estas lecciones regionales es la gran abstención que ha  alcanzado un  record en Italia. El 35 % de las personas con derecho a voto, no lo ha hecho: un italiano de cada tres. A ello hay que añadir las numerosas papeletas nulas o en blanco. Todo ello constituye una señal evidente, clara, del descontento, desilusión y creciente desconfianza de buena parte de la población hacia la clase dominante y de las instituciones políticas de este Estado burgués, parasitario y corrupto. El abstencionismo de millones de ciudadanos ha golpeado, de diferente manera,  a la derecha y a la izquierda burguesa.

            De entre ellos, los partidos mayoritarios de la burguesía italiana) PdL y PD) han retrocedido tanto en votos como en porcentaje. El bipolarismo se debilita. En términos de clase, eso significa una diminuta capacidad de hegemonía de algunas de las fuerzas dominantes del capitalismo italiano sobre grandes capas de la población. Esta pérdida viene compensada por el despliegue del centro derecha con el notable avance –en Italia del Norte- de la Liga de Bossi, que se ha hecho con las regiones de Piamonte y Véneto.

            El indiscutible éxito de la Liga (que cuenta todavía en sus filas sectores significativos de la clase obrera de la Italia septentrional), refleja la influencia y la capacidad demagógica de la pequeña y media burguesía independentista del Norte sobre esos estratos obreros para impedir que se organicen y se doten de una dirección política propia. Con sus éxitos y radicalidad territorial, la Liga adquiere cada vez con mayor decisión el carácter de partido de gobierno capaz de imponer al partido de Bewrlusconi su agenda política, lo que acrecienta las tensiones internas en las formaciones de centro derecha.

            Para atajar las disputas internas de la mayoría, Berlusconi deberá acentuar el camino de la contrarreforma institucional (como su anhelado presidencialismo, y el federalismo impuesto por la Liga); y en el terreno económico y social, acentuará la presión contra el proletariado.

            También el PD pierde fuerza, en las tradicionales «regiones rojas» y se va a pique en la meridional: su proyecto político ha fracasado, lo que agudiza las contradicciones entre sus componentes, y sus conflictos sobre la alianza a realizar (con la Italia de Valori en aumento de los votos, con UdC). En esta vuelta electoral, el centro izquierda ha perdido cuatro regiones entre ellas Piamonte y Lazio sin parangón en importancia con las conquistadas. En total, la derecha gobierna ahora en Italia 11 regiones, contra 7 (más dos provincias autónomas) gobernadas por el centro izquierda.

            Ha sido desastroso el resultado electoral de la socialdemocracia de izquierda (Izquierda Europea, Refundación Comunista, PdCI, los Verdes) que han obtenido a escala nacional un mísero 2,9 % de los votos, poniendo en evidencia –como fuerza política- su carácter cada vez más residual, por su incapacidad de comprender las necesidades profundas y la voluntad de protesta y de lucha de las capas más explotadas del proletariado y de las masas populares.

            Estas organizaciones oportunistas no tendrán, en el futuro, posibilidad de sobrevivir políticamente salvo la de engancharse nuevamente al carro de la burguesía reformista del PD, repitiendo la experiencia fallida de su pasada alianza con Prodi.

            En cambio, es significativo que en algunas regiones,  exigencias de denuncia y de protesta social han sido presentadas de forma demagógica, por una nueva organización como el «Movimiento Cinco Estrellas», el cual ha sabido utilizarlas hábilmente, sin ningún escrúpulo, con formas e instrumentos lo más sofisticados de las comunicaciones masivas. Esta es una cuestión que los comunistas debemos recoger para adecuar nuestra lucha y su lenguaje a los cambios de la realidad actual, sobre todo de cara a los jóvenes.

Son consideraciones que deberemos impulsar todos los comunistas sinceros para comprender que el problema  de la reconstrucción de un partido auténticamente comunista, con firmeza en los principios marxista-leninistas y capaces de hablar de forma sencilla y convincente a los obreros, a los desempleados, a los inmigrantes, los jóvenes, para plantear que el futuro socialista, es cada vez más actual y urgente.

            Debemos saber plantear la necesidad de una transformación radical de esta sociedad, la absoluta necesidad de la revolución socialista como la solución real de los problemas, cada vez más graves, que marca la vida de los obreros y de todos los explotados. Sólo el Partido está en condiciones de hacerlo hasta las últimas consecuencias.

31 de Marzo de 2010                                         Piattaforma Comunista