ITALIA: PRIMERAS REFLEXIONES SOBRE LAS ELECCIONES
Se han
dado importantes novedades, de las que podemos extraer varias lecciones. Las
consecuencias principales de la votación han sido:
1.-Cambia completamente la composición de las fuerzas
parlamentarias: Las derechas del «Popolo per la libertà» y la Liga Norte,
vuelven con una amplia mayoría que les permitirá gobernar durante un largo período.
El
«Popolo de la libertà» (del gran capital) y la Liga Norte han recogido sus
votos entre los patronos y los trabajadores autónomos, entre los profesionales
liberales y capas sociales medias. Pero no únicamente. También han logrado con
su descarada política demagógica lograr el apoyo de muchos trabajadores que
piensan salvarse con el liberalismo y el interclasismo territorial, como en el
caso de la Liga Norte que ha alcanzado
el 30 % en algunas zonas, duplicando el consenso en términos realistas.
En el contexto de la crisis, capas obreras y populares, especialmente en las
pequeñas fábricas en las que prevalece la ideología «familiar», decepcionadas
por el gobierno de Prodi, han dado la espalda a la izquierda burguesa y piensan
encontrar la solución en el ímpetu reaccionario de Berlusconi y Bossi, contra
el resto de los explotados italianos e inmigrantes, apoyando intereses que
encuentran su manifestación política en el federalismo burgués y en la amenaza
de la escisión.
2.- La `política del nuevo gobierno será agresiva, de
desenfrenado neoliberalismo. El gobierno que surja del eje de hierro Berlusconi-Bossi,
aumentará la decadencia del país que va al desastre. Aumentará la miseria, la exclusión
social, el trabajo en precario, el desmantelamiento de los servicios públicos,
la militarización, la xenofobia y el racismo, los favores y desgravaciones
fiscales a los patronos, volverá la nuclearización para borrar los contratos
laborales, aumentará la diferencia entre el Norte y el Sur, así como la dependencia
de los Estados Unidos. Las condiciones de trabajo empeorarán, la guerra
continuará y se atacará a los derechos
sociales. Se llevarán a cabo contrarreformas institucionales e intentarán
ilegalizar a los comunistas.
De todas
formas, Berlusconi ya ha advertido que pese al éxito obtenido, encontrará
dificultades al aplicar su política, por que su partido no lo tiene todo en
mano ni ha logrado un aumento efectivo de apoyos electorales. Prodiga
declaraciones pidiendo «moderación» y no ha celebrado en las calles la
victoria. Sin duda saltarán las contradicciones del pasado y con ellos la
rendición de cuentas.
3.-El proyecto político del Partido Democrático, del liberal
reformista Veltroni, que ha contribuido a la americanización de la política italiana,
pese a haber conseguido el 33,7 % de los votos, sale debilitado de estas
elecciones. No cuenta con el apoyo de la clase obrera, ni ha captado el voto de
los «moderados». Sobre Veltroni cae la responsabilidad de ir en solitario a las
elecciones, sin querer las alianzas a la izquierda, y desechando cualquier
influencia o condicionamiento obrero, ha abierto así las puertas a la reacción
y entregado Italia a la derecha.
4.- Los partidos del área socialdemócrata y reformista
(la Izquierda Arcobaleno)[i] han perdido los dos
tercios de los votos y a todos sus parlamentarios. La prueba evidente de su clamoroso derrumbe
es que los obreros, los jóvenes, han dado la espalda a fuerzas cuya máxima
aspiración ha sido siempre la de ser la cobertura de izquierda del sistema
imperialista.
Este
hecho, de importancia histórica, pone en crisis la hegemonía socialdemócrata y reformista
en las luchas sociales y obreras, y abre un período cargado de consecuencias
para nuestro trabajo. Representa el hastío de las ilusiones reformistas y de la
cómoda vida parlamentaria a la que se había acomodado toda una capa política
surgida en el 89 con el derrumbe del PCI revisionista. Profundiza y acelera la
crisis de los partidos que no eran más que apéndices de los grupos
parlamentarios, y que lo único que sabían era caer en el cretinismo
parlamentario. Desplaza del parlamento a la calle el centro de los conflictos
de clase, favorece la radicalización de las luchas que ya no podrán ser
encauzadas por las poltronas parlamentarias.
Abre espacios para el trabajo de reconstrucción de un verdadero partido
comunista. Y esto preocupa especialmente a la burguesía.
5.- Se simplifica drásticamente el panorama político:
sólo quedan cinco grupos parlamentarios (Popolo Della libertà, Partido Democrático,
Liga Norte, Unión de Centro y el grupo mixto). El nuevo parlamento,
esencialmente bipolar y escorado mucho más a la derecha, no representa el país
real.
6.- Amplios sectores de la clase obrera y de las capas
populares, de gente de izquierda, se han abstenido, han votado nulo o rechazado
las papeletas. El voto «no» ha crecido un 3,1 % con respecto al 2006. Un 3 % ha
votado blanco o nulo. Por otra parte, el incremento de las luchas obreras y
populares de los últimos meses no se pudo traducir en términos electorales, porque
ninguna fuerza «progresista y de izquierda» presentes en estas elecciones, era
la expresión auténtica de la alternativa de clase, popular, socialista, que
pudiera constituirse como referencia política de las masas trabajadoras.
Para las
fuerzas que combaten la política neoliberal y de «seguridad» al servicio de los
monopolios y los capitalistas, estas elecciones subrayan la necesidad de
trabajar en la construcción de un frente de resistencia política y social,
capaz de dar una perspectiva de ruptura con la política reaccionaria de la
burguesía.
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Algunas conclusiones.
No es difícil prever que
vamos a un período en el que los conflictos de clase tomarán un carácter más
abierto y crudo. Con la brutalidad de la crisis, la lucha de clases se
intensificará. Estamos en el inicio de un período de conflictos de clase, sin
que haya mediación parlamentaria. Nos esperan años duros, empero también se
abren espacios nuevos para el trabajo de los comunistas.
Tenemos
que ponernos a la cabeza de la lucha contra la reacción burguesa, preparar a la
clase obrera para enfrentarse a furibundos ataques, educarla en el espíritu
de lucha revolucionaria y afrontar los
duros conflictos que tenemos por delante.
Debemos
intensificar la lucha ideológica y política contra el oportunismo, contra los
elementos derechistas en el movimiento obrero y popular, la burocracia
sindical, los socialpacifistas, los socioliberales, para arrancar el movimiento obrero de las tendencias
burguesas, de las ilusiones reformistas, y atraerlo bajo la bandera del socialismo
proletario..
Debemos
contribuir con toda nuestra fuerza a la reconstrucción del partido comunista
como destacamento organizado y consciente del proletariado, sin el cual no se
puede hablar de política independiente.
15 de Abril de 2008 PIATTAFORMA COMUNISTA
[i] Arcobaleno= arco iris, formada por